Mayo de 2023
Valentín Varela Floriano
Dentro de los acontecimientos especiales a celebrar en este mes de mayo, encontramos una que está íntimamente relacionada con el ambiente, el próximo 20 de mayo estaremos conmemorando el día de la diversidad biológica, este evento nos muestra una realidad muy triste del planeta, ya que cada año las estadísticas de la diversidad biológica van alarmantemente a la baja, es decir cada año desaparecen más y más especies. Esta disminución incluye que disminuyan las poblaciones de las plantas, animales, insectos y de muchos otros seres vivos. Antes de seguir hablando sobre números es importante tener claro el concepto diversidad biológica, una manera sencilla de entenderlo es con un juego de dominó, donde al inicio tenemos una gran variedad de fichas, cada una de ellas esperamos sean diferentes pero al final, forman parte un ecosistema que conforme va avanzando el juego reduce la disponibilidad de fichas y esto precisamente está ocurriendo en el planeta, cada vez que una especie desaparece es como si nos estuviéramos quedando sin fichas y así entrando en un proceso donde estamos cerrando la partida, ese punto en donde no estamos ganando, solo viendo nuestro futuro desvanecerse entre las manos, esperando obtener el menor daño posible.
Desde 1970 hasta 2020 en el mundo se perdió en promedio el 68% de las poblaciones de mamíferos, reptiles, aves, anfibios y reptiles, esto reportado por la Word Wild life (WWF), producto de la actividad humana y la destrucción del hábitat, debido a la agricultura o la tala insostenible. Y esto sin contar con los efectos del cambio climático. Pero la realidad de nuestro continente es mucho más aterradora, en la región tropical, desde 1970 se perdió más el 60% de la biodiversidad, algunos autores refieren que supera el 90% de las especies descritas haciendo que esto sea un punto importante a debatir, todo esto producto de la explotación de los recursos biológicos, la agricultura extensiva, la cacería y la sobre explotación de los ecosistemas.
Esto nos hace pensar en algo muy importante ¿en qué etapa de la partida de dominó nos encontramos? ¿Podremos salir con el menor daño posible de esta partida? Muchas veces creemos que todo está bien, porque podemos disfrutar del azul turquesa de nuestras playas del caribe, los verdes y frescos bosques de la Malinche o las pozas de agua dulce y pequeños arroyos de nuestro hermoso estado. Sin embargo, esto no es así, no porque año con año disminuyen las especies que lo habitan, aunque para el ser humano pasen desapercibidas. Cada uno de esos ecosistemas se sigue llenando de vida con cada estación que transcurre, para aquellos observadores que ven ligeros cambios, les permite comprometerse en el cuidado de estos ecosistemas, pues saben que solo así podrán seguir disfrutando de ellos. La mejor manera de comprometernos en este proceso es siendo responsables de nuestra interacción con el ambiente mediante pequeñas acciones: la primera, nunca pero nunca llevarnos un recuerdo del lugar que visitamos, es decir ¡No llevarnos nada del lugar!, hasta la más pequeña piedra o conchitas retirada del sitio impacta en la biodiversidad ¿qué nos podemos llevar? nuestra basura y los desechos que alguien más pudiera haber dejado antes porque al final también es nuestra responsabilidad que el lugar siga siendo adecuado para visitarlo; la segunda, visitar lugares donde los dueños estén comprometidos con el ambiente y que también realicen actividades de conservación y cuidado de las especies que ahí habitan; y la tercera que es mucho más importante ¡ser seres humanos responsables de los recursos que consumimos!. Y recuerda, en esta partida de dominó estamos todos juntos y la única manera de ganar el juego es actuando en conjunto para mantener aquella biodiversidad que aún tenemos en nuestro planeta y no terminar ahorcados por una mula.